Emisora 24 horas los 7 días

El Negro Bembón - Bobby Capó



II. El negro bembón
Bobby Capó es también el compositor de la guaracha de los
años cincuenta El negro bembón. Con ritmo de plena, asociado a las
culturas negras, se popularizó en la voz del Sonero Mayor, Ismael
16 Revista de Ciencias Sociales 21 (2009)
________________
...
(Re) pensando la negritud en la música...
Rivera, integrante de Cortijo y su Combo. En la composición, un
cantautor negro (Capó) y un cantante negro (Rivera), vocalista de
una agrupación totalmente negra, relatan en tono jocoso la muerte del
“negro bembón”. Nuevamente, hay una legitimación del discurso de
la “bemba”, que podría interpretarse como una auto perpetuación del
racismo. En alguna ocasión, el propio Cortijo justificó incluir El negro
bembón en su repertorio alegando que cuando empezó con el combo,
era evidente que eran un grupo muy negro para el gusto de parte del
público. Era necesario buscar un número que rompiera el hielo, que
ellos mismos se rieran de su negritud (Quintero Rivera, 2002). Esto
puede remitir a lo que se conoce como una “naturalización de la
diferencia” (Hall, 1997).
Veamos cómo se produce la versión de Cortijo. A manera de
la crónica popular, el relator (en este caso el cantante) inicia con el final
del episodio: “¡… Pobre negrito bembón!”. El diminutivo y el adjetivo
“pobre” nos proponen simultáneamente la compasión y el fatalismo.
El epíteto bembón, aparte de su carga peyorativa y degradante, se ve
como una desgracia, como una señal de mala suerte. Como señaló
Mareia Quintero Rivera (2002), la bemba o labios gruesos es uno de
los rasgos físicos que más se identifica con la negritud.
¡… Pobre negrito bembón!
Mataron al negro bembón…
Hoy, se llora noche y día
porque al negrito bembón
todo el mundo lo quería…
Y llegó la policía,
y arrestaron al matón.
Y uno de los policías,
que también era bembón,
le tocó la mala suerte
de hacer la investigación…
Y ¿sabe la pregunta que le hizo al matón?
¿Por qué lo mató? Diga usted la razón.
Y ¿sabe la respuesta que le dio el matón?
Yo lo maté por ser tan bembón.
El guardia escondió la bemba, y le dijo:
Eso no es razón, eso no es razón…
Ay Dios para matar al bembón.
Huye, huye, mira Juancón
mira que por allá viene Panchón
y te vengo diciendo que viene tumbando bemba
para matar al bembón
huye, huye…
se la tumbó al negrito bembón
para matar al bembón.
Recoge el bembe. Sacude.
Revista de Ciencias Sociales 21 (2009) 17
_________________________
...
Bárbara I. Abadía-Rexach
Esconde la bemba que ahí viene el matón…
Huye que huye Juancón que por ahí viene Panchón…
¿Por qué tanto el policía como todos los negros de labios
gruesos debían huir y “recoger el bembe”? Porque la “bemba” se torna
en un rasgo delator de la verdadera naturaleza de la persona negra. La
persistencia de esta criminalización se ve de manera clara en lo que
le pasa al policía negro. Aún cuando había alcanzado cierto status
social, el policía negro tenía que esconder la “bemba” para que no lo
mataran a él también. A pesar de su tono humorístico y entretenido,
la canción maneja una representación compleja y polisémica. Por un
lado, esta representación se relaciona con las condiciones sociales
específicas del sujeto puertorriqueño negro. En este sentido, Capó
habla directamente de los prejuicios raciales y describe, mediante el
incidente que desencadenó en un asesinato, la forma tradicional de ver
y tratar al hombre negro. Cuestiona el comportamiento del asesino,
que ha matado sólo porque su víctima tiene un determinado rasgo
físico al plantear que “eso no es razón para matar al bembón”, acción
que se explica por las normas sociales de discrimen (Merriam, 2001).
Por otro lado, contribuye a la continuidad y estabilidad de la
formación cultural (Merriam, 2001) porque no cuestiona a fondo el
racismo sino que plantea que una mayor compasión y consideración
respecto a alguien que “todo el mundo lo quería” hubiese evitado la
muerte. Capó acota un problema particular, no colectivo. Lo que pasa
es que aunque se trate del caso de un “negrito bembón” específico, el
texto abre a todos los “negritos bembones”. De ahí que, a pesar de lo
festivo de la canción, se advierta un tono de pesimismo (West, 2001),
una admisión de que el discrimen hacia los negros es una estructura
de pensamiento y conducta que invariablemente pasa de generación
en generación (Delgado, 2000) y que puede ser excusable. Quizás,
esta canción pudo haber sido escrita con el propósito de denunciar el
prejuicio y el discrimen por razón de raza en la Isla. Pero, de manera
paralela, sirve de mecanismo de reproducción de un discurso de
jerarquías de valor y privilegio basadas en la fenotipia

Facebook Follow

Salsa y placer hasta vencer

Salsa y placer hasta vencer
El Molestoso Enrique Romero Cano (1958-2016)
LO ÚLTIMO