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Arsenio Rodríguez y el existencialismo del esfuerzo. Una reseña de Ángel Velázquez Callejas



¿Qué puedo escribir acerca de la minuciosa investigación sobre Arsenio Rodríguez: El Profeta De La Música Afrocubana llevada a efecto por el escritor, musicólogo y antropólogo Jairo Grijalba Ruiz? A veces cuando una obra como éesta nos deja en la absoluta admiración no queda otra opción que inventarnos un relato para decir algo. Lo que tengo que decir una vez leídas las 600 páginas de este primer volumen es algo simple pero destacable de la labor investigativa de Jairo sobre la naturaleza existencial, la condición humana del biografiado. Para mí, esta obra constituye un genial ejemplo de la secularización del virtuosismo en el trabajo de la música contemporánea. Si algo hoy persiste de aquella tradición del renacimiento tardío es la continuidad del virtuosismo a través de la música. En este particular caso, el virtuosismo se impone mediante el existencialismo del esfuerzo. Ciego, Arsenio Rodríguez logra colarse en el canon de la musicología cubana e internacional.

No cabe duda que el esfuerzo es el leit motiv de toda la narrativa del libro. El esfuerzo del autor por desentrañar las razones por la cuales Arsenio fue nombrado el ciego maravilloso y el esfuerzo del músico, el biografiado para valerse en la vida a pesar de las circunstancias adversas con la que llegó impedido al mundo. Es de notar que tanto el adjetivo maravilloso y el sustantivo virtuosismo, fueron categorías gramaticales centrales del renacimiento y del paso al homo mirabile. En todo arte renacentista, el artista era admirado por la destreza y el virtuosismo de su arte, desde luego, gran parte de los artistas procedían del ejercicio con la música. En verdad, la música jugó un rol fundamental en la trasformación del hombre excitado al hombre maravilloso, pero Arsenio nacía en la época en que el hombre del renacimiento había sido confinado a determinadas esferas de la vida. La música clásica, que aún mantenía la consuetudinaria fuerza del virtuosismo y la admiración, habían pasado a los márgenes de la democratización del esfuerzo. La música popular se imponía, pero no por eso dejó de fraguarse el esfuerzo de uno Desde luego, la coyuntura en la que nace Arsenio, como bien recrea Jairo en el libro, no es propicia para un existencialismo de la tozudez. La música popular poseía por naturaleza un fluir tremendista, a la cual acudían los espíritus reencarnados por sí mismo. Surgía una tradicionalidad musical. Cuestión esta que no favorecía del todo a Arsenio. ¿Cómo entonces se fusiona el virtuosismo con el tradicionalismo musical en el ciego maravilloso? La respuesta la encontramos en todo el libro. El maravilloso músico tendrá, poco a poco, que imponer el talento oculto, el poder del virtuosismo desarrollado mediante un oído afinado y la destreza de las manos para manejar los instrumentos de la música. A mi modo de ver, con esta tesis antropológica del existencialismo del esfuerzo, Jairo construye magistralmente un ameno relato que va desde los primeros días iniciales de grabación de discos en los años 1940 en Cuba hasta finales de la década de 1950 en Nueva York con la compañía disquera RCA Victor.

Para dar cuenta de la trayectoria musical y discográfica de Arsenio Rodríguez, Jairo elabora una exquisita estructura narrativa en siete capítulos, cada uno con sus respectivos incisos temáticos. Salta a la vista como de la discografía arseniana se erigen las metáforas que dan títulos a la estructura temática del discurso, sin dejar pasar por alto los intersticios que constituyen la vida social y familiar del músico maravillo. Una descripción detallada de cada capítulo e inciso no la creo necesaria, pues pueden encontrarlas en otras reseñas y en la propia introducción del libro. De modo que solo me resta invitarlos a leer la magnífica investigación de Jairo, pero sin antes no dejar de advertirles que en el libro existe un contexto implícito del existencialismo del esfuerzo, base de la superestructura narrativa de la obra.de los músicos más virtuoso del Son, la Guaracha, el Bolero y la música popular en general. El invidente se impuso a fuerza de sabor y ritmo.

Autor: Ángel Velázquez Callejas

Ángel Velázquez Callejas (Guantánamo, Cuba, 1964) Dr. en Ciencia Históricas y Antropología. Lic. en Historia (Universidad de Oriente, 1986) Bachelor of Arts in History (JS&A, Florida, 2002) Escritor independiente, crítico y ensayista. De Neo Club Ediciones los libros: El salto Interior (2011), El libro del poeta en actos (2012), Cuba y el último hombre (2014), Cuba, el problema y su solución (coautores, 2014) y 50 escritores cubanos: Panorámica de la nueva literatura exiliada (coautor, 2015). De la Editorial Unos Y Otros los libros: Cuba, genealogía de la nacionalidad: el mito Bayam y el nacimiento de la poesía (2013) y El capitalismo en Cuba (coautor, 2014). Reside en Estados Unidos.

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