El Mozambique como género musical cubano surgió a fines de 1962 por inspiración de Pedro Izquierdo, conocido como Pello El Afrocán.
Contó con la ayuda de los músicos cubanos Enriqueta Almanza y Rafael Somavilla, en lo referido a las partituras, e hizo su debut en la televisión el 6 de julio de 1963.
Está fundamentado en raíces afrocubanas con elementos de Rumba y Conga, tambores Batá y Abakuá. Según Omar Terencio Izquierdo, nieto de Pello El Afrocán y continuador del Mozambique, este es un canto a África y a su cultura, de ahí su nombre.
Desde el punto de vista danzario semeja el andar de las personas, con meneos del pie, que se inician con la punta, y al que le siguen el apoyo del talón con un paso y una leve flexión de la pierna.
Los movimientos se repiten una y otra vez y en ocasiones se gira despacio sin perder el compás de punta, talón y flexión.
Estos pasos van acompañados de otros movimientos de caderas y rotativos de las manos. Las mujeres lo ejecutan de forma voluptuosa haciendo énfasis en destacar la agilidad de la cintura y el talle.
Orquestalmente en sus orígenes fue un género con predominio de la percusión, y carecía de instrumentos armónicos. La armonía se daba a través de las voces (3 cantantes) y los metales.
Utilizaba 4 trompetas, 3 trombones, 14 tumbadoras tocadas por 10 músicos, de ellos 4 ejecutaban las jimaguas (2 tumbadoras al unísono) y los 6 restantes una.
Cada percusionista imprimía un golpe diferente a las tumbadoras dando un sonido poliritmico a las interpretaciones, utilizaban también 2 bombos de mano de los usados en las comparsas habaneras 3 campaneros y un tocador de sartén.
Las 14 tumbadoras se ubicaban delante de los cantantes, evidenciando así el carácter protagónico de la percusión dentro del formato.
En el año 1970, en busca de mayor actualidad sonora, Pello incluyó el piano, el bajo y la guitarra eléctrica, mantuvo los trombones y las trompetas y simplificó la percusión, reduciendo el número de miembros del grupo.
Pello el Afrocán principal intérprete del Mozambique, además de imponer un nuevo ritmo y manera de hacer la música cubana, revolucionó el mundo de la moda.
Esta corriente danzarina dio origen a un típico peinado nombrado María Caracoles, por la forma en que las jóvenes se enroscaban el cabello en la parte más alta de la cabeza, y al uso de una gorrita o pachanga en los varones.
Desde sus comienzos se caracterizó por ser una orquesta espectáculo, al utilizar un cuerpo de baile integrado por 5 muchachas, que demostraban cómo se danzaba el nuevo género.
Pello Viajó a México convirtiéndose en una de las orquestas portadoras de los estilos sonoros más gustados de esta Isla. Incursionó en otros países de América, Europa y África, donde también dejó huellas.
El Mozambique fue baliado, cantado y disfrutado en toda Cuba y hoy a 50 años de su nacimiento se prolonga en la orquesta de Pellito, nieto del autor del ritmo, quien mantiene vivo el género, aunque con adecuaciones actuales en correspondencia con lo más novedoso del BOOM cubano e internacional.
