Emisora 24 horas los 7 días

Si Dios fuera negro - Roberto Angleró



pensando la negritud en la
música popular puertorriqueña

Bárbara I. Abadía-Rexach
Departamento de Español y Portugués
Universidad de Texas en Austin


VIII. Si Dios fuera negro
En Si Dios fuera negro, Roberto Angleró hace un ejercicio
contrafactual mediante el cual establece un escenario de “vida al revés”
y genera un planteamiento reflexivo crítico sobre la raza.
Si Dios fuera negro, mi compay, todo cambiaría;
fuera nuestra raza, mi compay, la que mandaría.
Negro el Presidente y el Gobernador,
negro el abogado y negro el doctor compay…
Esta estrofa permite recordar el debate que cada cuatro años se genera
en la Isla cuando los gobernadores electos se disponen a nombrar a
los jefes de agencia que conformarán el gabinete ejecutivo del Estado
Libre Asociado. Líderes de la causa negrista como los licenciados
Marcos Rivera y Ebenezer López Ruyol y la cantante Choco Orta
encabezan la lista de los afroboricuas que se indignan por la falta de
candidatos negros para ejercer como jefes de agencia o en posiciones
de envergadura dentro del gobierno de Puerto Rico.

Negra la azucena y negra la tiza,
negra Blancanieves, negra Mona Lisa compay…
Negro fuera el día, negro fuera el Sol,
negra la mañana, negro el algodón compay…
Negro fuera el Papa y negro el ministro,
los ángeles negros, negro Jesucristo compay…
La mención del jerarca mayor de la Iglesia Católica nos recuerda, por
su parte, la situación que vivió el mundo tras el fallecimiento del Papa
Juan Pablo II el 2 de abril de 2005. Por diecisiete días consecutivos, se
mencionaron los nombres de los posibles sucesores del Sumo Pontífice;
entre estos, el nigeriano Francis Arize sonaba con insistencia mientras

el Cónclave deliberaba. La elección del cardenal Ratzinger acabó con
la posibilidad de que un hombre negro se convirtiera en el próximo
Papa de la Iglesia Católica y representó un cambio en la tendencia de
Juan Pablo II de propiciar una curia más diversificada racialmente.
Ñaño, vengo a buscar unas gomas porque estoy esgoma’o.
Bueno, yo tengo unas gomas blancas ahí que las doy baratas;
ahora, si las quieres con banda negra te valen más caras.
Óyeme, tú ves a este tipo que está aquí
así de blanco como tú lo ves, tiene el corazón negro.
Es buena gente.
(Sirena) Guardia ¿qué pasa chico?
Nada que acaba usted de comerse la línea negra.
Muchacho tengo una hambre blanca, men.
Vamos a jugar un billar.
Pero ¿y qué jugamos?
Bueno, vamos a jugar al ocho blanco con el mingo negro.
En esta jocosa crónica invertida, Angleró produce un discurso
contestatario plagado de ironía, burla, sarcasmo e irreverencia, en el
que cuestiona los roles asignados culturalmente al blanco y al negro.
La canción muestra cómo el lenguaje no es una estructura neutral sino
que es una estructura racializada que reproduce jerarquías y privilegios.
Las nociones de blanco y negro se ubican en los dos extremos de un
continuo: lo deseable y valorado se asocia al polo blanco mientras que
lo negro se asocia a lo turbio, a lo criminal y a lo inferior.
Cuando Angleró habla de “blanco con el corazón negro” en
vez de “negro con el alma blanca”, quedan expuestas y subvertidas
las oposiciones binarias (Hall, 1997) que imperan en una sociedad
racializada (DuBois en West, 2001) como la puertorriqueña. La
subversión se logra también porque Angleró describe al racismo
como algo que no es natural sino histórico y cultural. Es decir, el
racismo es el resultado de procesos políticos y de poder que el lenguaje
representa. Si los procesos de poder se hubiesen dado de otra manera,
el discurso lo reflejaría. El discurso sobre el cuerpo negro (inferioridad,
violencia, vagancia, etc.) legitima y reproduce acciones históricas de
carácter punitivo sobre el cuerpo negro como lo son la esclavitud y
el colonialismo. Es lo que Foucault (1976) consigna con el concepto
de biopolítica. En fin, Angleró sin tapujos denuncia el prejuicio y el
discrimen por razón de raza. Al igual que Bobby Capó en El negro
bembón y Luigi Texidor en Tan bueno que era critica en Si Dios fuera
negro las acciones que social y culturalmente han privilegiado la
supremacía del hombre blanco sobre el hombre negro.

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