¿Qué es un sonero ?
Si tratamos ahora de entender qué es lo que se entiende a través de
la palabra sonero, se nos presentan algunas dificultades ya que las
cuestiones de terminología nunca fueron simples en el dominio de la
música antillana, y de cualquier cosa que se diga siempre se puede
encontrar un ejemplo contrario.
En teoría, el término debiera de servir para designar a todo músico
ejecutante del género musical nacido en Cuba que se conoce como son,
pero practicamente se utiliza para designar al cantante de una
orquesta de tipo afrocubano, cante sones u otras cosas (excepto si
se trata de un cantante especializado en un género especial, en tal
caso se le designa más bien como "bolerista" o "guarachero", por
ejemplo). Sin embargo, la palabra sonero puede servir para designar
también a los músicos ; por ejemplo, el último grupo montado al
rededor de Quintana fue bautizado "Los Soneros De Oriente", y
anteriormente el grupo de músicos que grabaron con Fernando Lavoy
para la SAR se llamaban "Los Soneros". E incluso, en "Mi son
sandunguero" (CD SAR/Guajiro 1019) se le oye a Lavoy cantar esta
cuarteta : "Oye mi son sandunguero / El tres lo toca bonito / y el
bailador que es sonero / Goza con su tumbaíto", o sea que la palabra
sirve aquí para calificar a una persona a quien le gusta el son, sin
necesidad que sea músico. Pero si nos satisfacemos con eso de que el
sonero es el cantante, queda por explicar qué es lo que distingue a
un sonero de un cantante cualquiera.
Si el trabajo de un cantante común consiste en cantar una letra ya
existente, se puede decir que eso constituye apenas la labor
preliminar para un sonero, lo cual se debe a la estructura misma del
son y de los géneros musicales asimilados (pero excluyendo las
composiciones de tipo bolero). En efecto, cada son se divide
habitualmente en varias partes, siendo fija sólo la primera,
mientras todo lo que sigue puede ser sometido a variaciones.
El primer momento corresponde a la introducción instrumental (que
puede reducirse a un simple guajeo) seguida por una breve canción.
Escribió Alejo Carpentier que esta canción se llama "el largo", pero
hablando con músicos cubanos nunca oí utilizar ese término, y ellos
suelen referirse a eso de manera poco precisa, hablando de "la
introducción cantada", "la canción" o "el son".
Luego viene un segundo momento en el que interviene la gente del
coro, con una breve frase que se repite a intervalos regulares,
dejando un "espacio" también de duración fija, durante el cual el
sonero puede insertar sus comentarios cantados. Esta segunda parte,
verdadero diálogo entre el coro y el sonero (solista) suele llamarse
el "montuno" y corresponde a esa técnica que los musicólogos
designan como "canto por llamado / respuesta". Si el cantante
solista cumple con lo suyo, sus intervenciones son improvisadas, y
lo que hace entonces se llama "sonear" o "inspirar(se)". La frase
que repite el coro es designada como coro o estribillo, y las frases
del sonero como inspiraciones o a veces pregones. Después del
montuno, en el son rural sigue un solo de tres o de bongó y se
vuelve al montuno antes de concluir ; si se trata de un conjunto o
una orquesta con sección de metales, los solos y los montunos van
separados por arreglos para metales conocidos generalmente
como "mambos".
Tanto el "coro" como las "inspiraciones" pueden correr sobre una,
dos o cuatro líneas, en este último caso el montuno progresa "por
cuartetas", con un metro de base que tiende a ser octosilábico. El
ejemplo más conocido de montuno en cuartetas es "Quítate tú", del
concierto de las Estrellas Fania en el Cheetah, 1971, sin tema
introductivo cantado. Por otra parte, existen numerosos sones en los
que el tema introductivo ya se presenta como una succesión de
cuartetas alternadas con un coro : "Sin clave y bongó", "Camina y
ven pa' la loma", "No quiero llanto", etc.
Lo que precede implica obviamente que normalmente no debieran
existir dos interpretaciones idénticas de un son (en cuanto al
contenido textual), ya que cada ejecución de un montuno tiene que
ser un momento de creación instantánea. Queda claro pues que las
cualidades que se esperan por parte de un sonero no son precisamente
las que pueden caraterizar a cualquier cantante. Tiene que saber
inventar frases sin salirse mucho de la temática contenida en la
letra inicial, ser coherente y consistente en lo que dice, no ser
muy repetitivo, y ser capaz de someter sus inspiraciones a toda una
serie de variaciones melódicas y rítmicas (mientras que la frase de
coro es siempre estable melodicamente como textualmente). Tratando
de hacer que todo quede con rimas, al menos aproximativas
“Definid y no discutireis” (Aristóteles)
